Mitos y realidades del cuidado de la piel
El cuidado de la piel a cualquier edad está rodeado de una gran cantidad de creencias. Algunas resultan ser verdades a medias y otras definitivamente son mitos que la vox populi se ha encargado de difundir por casi todo el mundo. A continuación revisaremos algunas:
1. Irse a dormir sin limpiar la cara:
Realidad: La limpieza diaria durante la noche ayuda a retirar todas aquellas sustancias que se han ido acumulando en la piel durante el día, como sudor, maquillaje, contaminación, suciedad y otras que provocan la obstrucción de los poros, su posterior dilatación y la aparición de granos. La limpieza debe realizarse antes de acostarse y al despertar.
2. Uso de toallitas húmedas:
Mito: No garantizan una limpieza profunda de la piel, por lo que se sugiere enjuagar la cara después de utilizarlas y aplicar un tónico facial para calmar la piel.
3. Aplicación de protector solar:
Realidad: Sabemos que el sol es la principal causa de envejecimiento de la piel, por lo que hay que utilizar protectores solares, pero no solamente cuando vamos a la playa o en días soleados. La piel está expuesta a la radiación solar, incluso si vamos en el auto, si estamos cerca de una ventana o si el día parece nublado, por lo que hay que aplicar protector solar todos los días y reaplicarlo cada dos o cuatro horas.
4. Exfoliación continua:
Mito: Algunos productos cosméticos sugieren el uso diario de exfoliantes, pero la realidad es que la piel se regenera a una velocidad menor, por lo que es aconsejable hacerlo una vez a la semana para retirar las células muertas, pero dejar un tiempo razonable para que se renueve de manera natural.
5. Eliminar lunares congénitos:
Mito: Nacemos con una cantidad determinada de lunares, los cuales no es necesario retirar. Pero sí hay que vigilar los que crecen o los que surgen después de nacer, y acudir a consulta con un dermatólogo para darles el seguimiento necesario.
6. Rapar al bebé para que su cabello se fortalezca:
Mito: Esta práctica es innecesaria, pues los bebés nacen con un cabello que se encuentra en fase “de reposo” y por naturaleza será renovado durante los siguientes 3 a 4 meses de vida, para volver a crecer en las mismas condiciones.
7. No lavar el cabello a diario:
Realidad: Cada quien puede establecer la frecuencia de lavado de cabello según le funcione. No existe una norma al respecto, pero lo cierto es que la higiene del cabello y piel cabelluda es recomendable para mantenerlos en condiciones saludables y evitar la complicación de caspa, grasa y comezón.
8. Dejar de utilizar shampoo:
Mito: Hace poco se convirtió en una “moda” la afirmación de que la mejor manera de lavar el cabello es a base de agua y bicarbonato de sodio, pero lo cierto es que los shampoos eliminan la grasa en la que quedan acumuladas células muertas, desechos cosméticos y microorgansmos que a largo plazo pueden provocar infecciones.
Lo que sí es cierto, es que siempre hay que consultar a un especialista antes de poner en práctica alguna creencia de la cual no estés plenamente seguro.